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Hace un tiempo me encontré con una interesante reflexión del Dr. Adrián Rogers sobre La Riqueza:Cual es la Verdadera Riqueza

En el diario «Charlotte Observer» salió publicado un artículo titulado: «La era de muertos vivientes».

Un periodista de ese diario fue a la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Duke para investigar las metas y ambiciones de los alumnos que estudiaban para obtener su maestría en administración de empresas.

Con muy pocas excepciones, las siguientes eran sus metas: dinero, poder y cosas materiales. Y aquellos estudiantes querían cosas muy grandes como casas para vacacionar, autos lujosos, yates y aviones.

Su principal interés era su carrera profesional y el crecimiento de sus inversiones financieras.

Sus planes personales daban muy poco lugar a la familia, al desarrollo intelectual, al crecimiento espiritual, a la responsabilidad social, o incluso a la administración más efectiva.

El periodista procedió a citar en su artículo a un psicólogo llamado Eric Braun, que hizo una de las preguntas más agudas que he oído en mucho tiempo.

Observando a las personas que piensan que sus vidas consisten en la abundancia de sus posesiones, el Dr. Braun preguntó:

«Si yo soy lo que poseo y lo que yo poseo se pierde, entonces ¿Quién soy?”

Esta es la razón – dice el Dr. Adrián Rogers – por la cual las personas se arrojaban de los edificios durante el período de la Gran Depresión de los Estados Unidos.

Ellos equipararon lo que eran con lo que poseían, y cuando perdieron sus posesiones, no quedó nada.

Si usted quiere ver lo que en realidad posee y lo que es en realidad, haga cuentas de todo lo que tiene que el dinero no puede comprar, ni la muerte le pueda arrebatar y entonces sabrá cuáles son sus verdaderas riquezas.

Mis comentarios…

Luego de re-leer este escrito atribuido al pastor Adrián Rogers me dí cuenta de cuantas veces perdemos tiempo enfocándonos en algo tan trivial como ir detrás del dinero por el dinero en si mismo.

Gastamos mucha energía centrados en eso, y el 99% de las veces terminamos frustrados. Ya que es un error frecuente buscar primero la riqueza externa sin antes cultivar la riqueza interna, o valorar las pequeñas cosas que tenemos, y que quizás cientos o miles de personas en el mundo no tienen.

¿Te has puesto a pensar lo afortunado que ya sos? Si estás leyendo esto quiere decir que podés ver, hablar, escuchar. Tenés manos para manejar el mouse de la computadora. ¡Tenés una computadora y un acceso a Internet! Quizás por la cotidianidad de estas cosas no las valores, pero SI son valiosas desde el punto de vista que hay gente que no las tiene.

Por eso te insto a dejar de quejarte por lo que no tenés, y agradecer todos los días por lo que si tenés. Cerrá los ojos unos instantes, mira hacia tu interior y con una sonrisa en tus labios decí: Gracias, gracias, ¡gracias!

Se dice que todo lo que se agradece vuelve multiplicado. Espero que esta historia, te inspire a centrar tus esfuerzos en enriquecerte interiormente.  Cuanto más rica sea tu esencia interior más fácil será conseguir el impulso que haga fluir la riqueza externa material hacia ti.

«Tal Como es Arriba es Abajo, Como es Adentro es Afuera» – La Tabla Esmeralda, 3.000 A.C.

Recuerda: Nuestros pensamientos impulsan nuestra realidad, nuestro mundo interno, impulsa nuestro mundo externo. Por eso ten mucho cuidado con lo que piensas o te dices mentalmente.

El debate queda abierto, déjame tus comentarios. Desde ya muchas gracias por tu tiempo.-

Gastón Bicego

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